El autor invitado y Vicepresidente de Servicios Comerciales Globales de ESW, Fionn Uibh Eachach, comparte su visión sobre el panorama arancelario. Reposteado de su artículo de LinkedIn.
Iba a escribir este artículo como nota informativa sobre la situación actual de los aranceles y las guerras comerciales. Pero entre el momento en que me senté a esbozarlo y el momento en que empecé a escribirlo, el panorama arancelario había cambiado. Una vez más.
De modo que he decidido dejar la información de última hora a los periodistas y centrarme en lo que significa todo esto y en qué hacer ante los constantes vaivenes del comercio internacional.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí y en qué situación exacta nos encontramos?
La respuesta corta es que Estados Unidos lleva cerca de 50 años arrastrando un déficit comercial, y la actual administración presidencial está harta. En su intento por paliar ese déficit, la Casa Blanca está imponiendo (y luego revirtiendo o aplazando y volviendo a imponer) aranceles generalizados a una serie de productos procedentes de diversos mercados.
Entonces, ¿dónde nos encontramos?
En un estado de incertidumbre constante. El carácter intermitente de los aranceles ha dado mucho que pensar a los líderes mundiales que, en algunos casos, han terminado por anunciar sus propios aranceles. Todo ello ha hecho que las organizaciones minoristas y comerciales luchen por encontrar una estrategia que les proporcione a ellas y a las partes interesadas un cierto nivel de estabilidad.
Posibles caminos que podemos tomar
Hay formas de adaptarse a estos cambios constantes. Seré sincero: no es fácil, pero es posible.
Opción 1: suspender la entrada y salida de mercancías de EE. UU.
Si bien es una opción, no es la mejor. Estados Unidos es el mayor mercado consumidor del mundo. Dejarlos fuera repercutirá en los resultados. Las empresas estadounidenses tienen un gran mercado, pero la producción nacional es más cara (en el caso de que dispongan de materias primas propias), lo que incrementa el coste para un grupo de consumidores ya de por sí sensible a los precios.
Opción 2: aplicar estrategias de mitigación
El futuro es incierto y no sabemos cuánto durará este periodo de volatilidad. Pero eso no tiene por qué dejarnos aturdidos o paralizados. Como hemos estado operando en un entorno comercial globalizado, existen estructuras, medidas y sistemas comerciales que nos permitirán reorientarnos y evitar partir de cero. Existen opciones, pero todas ellas requieren una planificación adecuada y tiempo para llevarlas a cabo.
Análisis de la cadena de suministro
Durante años, algunas empresas estadounidenses han considerado lógico fabricar e importar productos del resto del mundo (en particular, de Asia) a Estados Unidos y utilizar su país como principal centro de distribución para abastecer a los consumidores de otros países.
Sin embargo, dado el coste adicional de importar y exportar dentro y fuera de EE. UU., quizá ahora tenga sentido, desde el punto de vista financiero, revisar la forma en que las cadenas de suministro prestan servicio a los consumidores de todo el mundo. Tal vez sea más lógico contar con centros de distribución en otros lugares del mundo para mitigar los costes arancelarios estadounidenses (por ejemplo, el transporte directo de productos manufacturados de Asia a la UE para abastecer a este mercado).
Medidas aduaneras vigentes y elaboración de modelos
Si bien la revisión y el cambio global de una cadena de suministro pueden resultar demasiado complicados y costosos para algunas empresas, otras podrían recurrir a las medidas aduaneras vigentes para mitigar o aplazar los costes arancelarios.
Medidas como el depósito aduanero en Estados Unidos atenuarán los aranceles estadounidenses cuando las mercancías se destinen a mercados fuera de Estados de Unidos. Otra posibilidad es que las empresas recurran a las importaciones entre empresas y declaren los valores al por mayor cuando sea posible. Estas son algunas de las opciones, pero es fundamental conocer bien la cadena de suministro y los productos.
Los datos de aduanas importan
Para poder abordar la mayoría de los cambios arancelarios, los datos serán esenciales, especialmente los datos aduaneros. El país de origen (COO) está ahora en el punto de mira, ya que los aranceles se están aplicando específicamente contra determinados países y la única forma de hacerlo es centrándose en los productos que fabrican.
Desde el punto de vista de aduanas, los productos fabricados en un país se consideran «originarios» de ese país. Estos datos ya son necesarios para la circulación internacional de mercancías y el COO también se incluye en las declaraciones de aduana. Sin embargo, a veces faltan estos datos o son potencialmente incorrectos, ya que la normativa de origen es compleja. Por lo tanto, es muy importante asegurarse de que los catálogos y las referencias contengan información precisa sobre el país de origen para poder evaluar y comprender el impacto financiero de los aranceles.
No actúe solo
Los minoristas se dedican al comercio al por menor, no a la política comercial internacional. Apartar la vista de las competencias básicas, tratando de mantenerse al día de las noticias, puede resultar negligente y asestar un golpe tan contundente a su negocio como las guerras comerciales.
Recurrir a proveedores y socios que conozcan bien el comercio internacional, hayan establecido relaciones con empresas de logística y almacenes de todo el mundo y tengan la flexibilidad y la experiencia necesarias para crear una solución que funcione para su empresa reduce el riesgo.
Conclusión
La normativa sobre importación y exportación siempre ha sido compleja. El caos de los tres últimos meses no ha hecho sino agravar esa complejidad, y desearía poder decir que la certidumbre está a la vuelta de la esquina. Pero no puedo. Lo único que puedo añadir es que no tiene que solucionarlo usted solo. Existen opciones que funcionarán para su empresa, solo necesita contar con el equipo adecuado que conozca su negocio y sepa cómo optimizar las operaciones y la logística para su situación particular.
Póngase en contacto con nosotros para hablar con un experto sobre cómo posicionar mejor su marca a la hora de lidiar con los vaivenes arancelarios.